viernes, 8 de abril de 2011

CLARA EMERGENCIA: Faltan muchas viviendas en Baradero


Alguna vez, preocupados ante el cariz que presentaban los acontecimientos, intentamos reflexionar acerca de la falta de vivienda en nuestra ciudad.
Días pasados, haciéndose eco, no de nuestra opinión, sino de la acuciante necesidad de tantos pobladores, el Concejo Deliberante estaba tratando la posibilidad de decretar la emergencia habitacional en Baradero. Nadie mejor, quizás, que nuestro Concejo Deliberante para conocer a ciencia cierta, qué es lo que pasa en cuanto a la necesidad de viviendas de nuestra población.
Basta recordar las largas colas, iniciadas el día anterior, para inscribirse en un plan de viviendas populares para entender de qué se habla. Es suficiente conocer el monto que solicita por el alquiler de una pequeña propiedad para imaginarse el drama que viven tantos vecinos.
Ausente desde hace años el crédito hipotecario para los sectores medios (se comenta que por estos días habría algo al respecto, ojalá así sea), insuficientes las casas construidas para los sectores populares, la vivienda, el ansiado techo propio, se ha constituido en una preocupación constante para una buena parte de la población.
Hay que tener en cuenta que, aunque solamente letra si se quiere como en otros casos, el texto de la Constitución Nacional del año 1994, proclama el derecho de los habitantes de nuestro suelo a tener una vivienda digna.
No se reclama, entonces, por capricho, no se reclama por que sí, se pide nada menos que la aplicación de un derecho constitucional.
Sabemos de la preocupación de las autoridades, conocemos las intenciones de solucionar el problema, pero a esta altura de los acontecimientos, se necesita algo más que preocupación y buenas intenciones.
Es muy probable, también, hay que tenerlo enguanta cuando se realizan análisis de este tipo, lo ocurrido con el resultado del tratamiento de la famosa Resolución 125 que, de haber sido aprobada, hubiera aportado fondos sustanciales, por ejemplo, para un plan de viviendas populares. Pero, como se dice por estas horas luego del triste papel desempeñado por el traidor descarado, el doblemente tránsfuga vicepresidente Cleto; el hombre salvó la “institucionalidad”. Los más postergados que sigan esperando y aprovechen lo que supuestamente ha salvado Cobos para cobijarse.
Es de esperar que los planes en ciernes sean adecuados para, aunque sea paliar la situación en que se encuentran tantas familias. Habrá que acudir a la sapiencia de nuestros mejores hombres para encontrar la manera de edificar con rapidez a efectos de que la espera sea breve y, de esa manera, terminar en principio con la incertidumbre y luego con la escasez.
G. M.

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