sábado, 9 de abril de 2011

EN LA UNLP: Desarrollan sitios web para el acceso de ciegos y sordos


Programadores de todo el país ya se forman en la facultad de Informática. Rige la ley de accesibilidad

"Realmente estamos sorprendidos. Superó todas nuestras expectativas". Lo confiesa Ivana Harari, de la facultad de Informática de la UNLP, en referencia a las solicitudes de inscripción que se recibieron en la unidad académica para el curso a distancia de Accesibilidad Web que comenzará el lunes. Había 40 cupos y llegaron más de 200 pedidos de participación, incluso de varias provincias del interior y de otros países. En tal contexto, se puede inferir que los discapacitados tendrán, a la larga, las espaldas bien cubiertas a la hora de sentarse frente a una computadora.

"El curso está pensado para desarrolladores de páginas web, pero tuvimos solicitudes de docentes, bibliotecarios, gente ligada a escuelas especiales. El interés por el tema abarca a muchos sectores, y tendremos que darles respuesta", indicó la titular de la dirección de Accesibilidad de la facultad de 50 y 120 -única en su tipo en el país-, y adelantó que ante tanta demanda se decidió repetir el curso al menos dos veces durante este año.

En noviembre del 2010 se sancionó la ley 26.653 de accesibilidad a la información en las páginas Web. "La norma establece que en dos años todos los sitios dependientes del Estado deben ser accesibles, con independencia de las capacidades motrices y perceptuales del usuario", remarca la catedrática. Cabe destacar que los aspirantes a realizar el curso provienen tanto del sector público como privado.

Pero existen desarrolladores web de ese tipo de páginas... "Sí, muchos. Lo que sucede es que la mayoría trabaja pensando en un usuario tipo. Es decir, en alguien que supuestamente cuenta con equipos de última generación. Y se pone especial énfasis en la estética. Pero la realidad no marca eso. Accesibilidad implica a todos", enfatiza Harari, y añade: "hay que pensar el desarrollo de las páginas para alguien que tiene un navegador viejo, una PC lenta", ejemplifica.

"Hay casos en los que a un usuario que debe apelar a ciertas herramientas, como un teclado especial o un lector de pantalla, se le pide, a la hora de querer ingresar a un sitio, tener el último internet explorer o cualquier otra aplicación moderna. Así no son las cosas. Eso atenta contra la verdadera accesibilidad", subraya.

TENER Y PODER

Ivana Harari marca una diferencia clave en cuanto a accesibilidad web. "El usuario requiere de distintas herramientas para sentarse frente a una computadora y poder utilizarla según el tipo de discapacidad que tenga. Puede padecer discapacidad motriz, o ser ciego o disminuido visual o hipoacúsico. Para ello existen teclados braille, joystick, lectores de pantalla", enumera y dice que "esas herramientas existen, pero no garantizan, hoy por hoy, el acceso a la Web".

¿Por qué? "Porque después, lo que necesita la persona es poder navegar en todos los sitios, y, como decía, hay muchos que están desarrollados pensando en un usuario que tiene todos los recursos. Ahí entra en juego el trabajo del desarrollador Web".

Agrega, en tal sentido, que "la totalidad de las páginas debe estar diseñada para que puedan entrar personas que no están en condiciones tan óptimas. Hay normas internacionales que dan las pautas para desarrollos accesibles a todos. Y eso es lo que se verá básicamente en el curso".

LISTA DE ESPERA

Lo cierto es que la actividad despertó un interés inusitado. Y la facultad decidió seleccionar a los aspirantes por orden de llegada. El resto quedó en lista de espera, para próximas ediciones.

"Estamos muy satisfechos por la repercusión que ha tenido el curso. Queremos formar desarrolladores Web conscientes de la importancia de la accesibilidad y capaces de construir sitios que respeten estándares internacionales y cuyos contenidos sean accesibles a todas las personas, garantizando igualdad real de oportunidades y trato", señaló el decano de la facultad, Javier Díaz.

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