domingo, 24 de abril de 2011

UN JUICIO TERMINANTE: Opinó sobre la destilería un especialista del CONICET

El sábado último, en esa verdadera caja de resonancia de los hechos políticos más importantes de la ciudad que es el programa radial que conduce el Dr. Pablo González y que se conoce por el nombre de “Quien quiera oír que oiga”, fue entrevistado Martín Vallejos, ingeniero químico por la UBA, con un postgrado en Medio Ambiente e investigador del CONICET.
González tiene posición tomada, abiertamente contraria, en cuanto a la posible instalación de la destilería de hidrocarburos, cosa que nunca ocultó, pero así como entrevistó la semana anterior al biólogo cordobés Raúl Montenegro, un conocido conservacionista al extremo, luego habló el Lic. Sebastián Serra especialista en temas ambientales y asesor de los legisladores del GEN, oriundo de Bahía Blanca, más moderado que Montenegro y ahora fue requerida la opinión del citado Vallejos. Éste no dejó duda alguna en cuanto a su terminante rechazo al funcionamiento de la planta y dijo cosas muy preocupantes para nuestra comunidad.
Vallejos mencionó efectos teratogénicos (que produce malformaciones en el embrión o feto) y cancerígenos, peligro de que se depositen en suelo y aguas cadmio, mercurio, plomo, arsénico y otras sustancias, todas ellas nocivas para la salud, incluso algunas que afectan el desarrollo intelectual.
Demás está decir que Vallejos propuso un abierto rechazo a la instalación de la planta de destilación de hidrocarburos por los problemas apuntados y se sumó a integrar, en caso de que se concrete, la mesa que, en audiencia pública, debatirá la instalación de la planta.
Concluida la entrevista se escucharon las voces de varios seguidores de la radio que expresaron su punto de vista y una mayoría casi total se manifestó por el rechazo.
Resultó muy interesante e ilustrativa la opinión del doctor Gabriel Descalzo, quien explicó con claridad absoluta que el Concejo Deliberante está en condiciones de frenar la instalación de la destilería sin perjuicio alguno para el erario público: se lo hace mediante una ordenanza que declare a esas actividades como indeseables y, por lo tanto, sin permiso para establecerse en el territorio de nuestro partido, cosa que es perfectamente legal ya que se trata, señaló el doctor Descalzo, de cuestiones políticas y, por serlo, no están sujetas a la decisión de los magistrados.
Creemos que la opinión del ingeniero Vallejos ha sido una de las más contundentes ya que está basada en experiencias comprobadas y, por lo tanto, constituyen una estridente voz de alarma, tanto que la suponemos suficiente como para adoptar una decisión terminante que no permita que la planta se instale en nuestra ciudad y mucho menos dónde se piensa.


ALGUNAS CUESTIONES
Entre los dichos y los hechos


Habiendo escuchado a los distintos opinantes autorizados referirse al tema de las consecuencias que para el medio ambiente puede acarrear la puesta en marcha de la destilería de petróleo que se planea instalar en el predio que ocupara la malograda Hisisa, surge una evidente contradicción entre lo que han dicho los expertos consultados, y los hubo de toda laya, y lo que han venido sosteniendo las autoridades municipales.
Hacia fines de la semana anterior, el intendente Carossi dijo en el programa radial “Quien quiera oír que oiga”, que, mientras fuera él intendente de Baradero, no firmaría la autorización para que la empresa se radicara en nuestro medio. Se trata de una postura razonable. Los representantes de la empresa llegan a Baradero, se entrevistan con alguien del Dep. Ejecutivo y preguntan si existe la posibilidad de radicar una empresa de determinadas características. Se analiza la solicitud y se inicia un expediente de zonificación. Una vez otorgada esa zonificaciòn, los empresarios inician los trámites ante las autoridades provinciales alegando, para iniciarlo, que ya poseen lo que les dio la Municipalidad de Baradero. Si Carossi no quiere que se radique la planta refinadora tiene todas las herramientas en sus manos para impedirlo.
Otra cosa demasiado evidente es lo que dice una y otra parte respecto del daño ambiental. No se entiende para nada que los representantes de la empresa y las pertinentes autoridades locales minimicen los daños hasta presentarlos ante la comunidad como prácticamente nulos y desde el otro lado, un experto como Vallejos diga que hay peligro teratogénico y cancerígeno. Una de las dos partes falta a la verdad. Sería bueno, y esa es la tarea que como sociedad nos compete, saber quién nos está diciendo lo que no es. Se espera, también, que así como desde el ámbito periodístico se ha buscado el testimonio de entendidos, el municipio aporte opiniones de expertos en el tema que avalen la postura en cuanto a la casi inocuidad de la refinadora.

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