Llega la época que las hojas de los árboles caen por su propia naturaleza y otras caen porque el hombre las corta, o en muchos de los casos, dicen que podan.
Este último fin de semana en una de las esquinas de la intersección de las calles Saavedra y Fermín Rosell uno de los árboles allí existentes hasta ese momento, fue cortado a un metro de altura. En una palabra: lo destrozaron.
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