miércoles, 17 de agosto de 2011

En el tránsito de calle Sta. Mª de Oro impera el desorden


Basta con detenerse a observar cada mañana lo que sucede con el tránsito en calle Santa María de Oro, especialmente entre San Martín y Aráoz, para llegar a la conclusión que impera el desorden y que hace falta algo más que la buena voluntad de los empleados municipales, pocos, que intentan que las cosas se ordenen y fracasan rotundamente.
Podemos entender que se trata de una calle estrecha para los criterios modernos de trazado, que la circulación de vehículos es intensa, que cada vez hay más autos por las calles y consecuentemente el lugar de estacionamiento se reduce, pero lo que no debe tolerarse es que cada cual haga lo que le resulte más cómodo y menos cuando los que ocasionan los problemas son autos particulares.
Los camiones de reparto, se entiende, deben estacionar lo más cerca posible del lugar de descarga, pero los autos particulares no deben detenerse donde les resulte más cómodo y cercano al lugar en que deseen descender conductor y/o pasajeros si para ello es necesario estacionar en doble fila. Parece que para dejar el auto en esas condiciones es suficiente colocar las balizas sin importar el bloqueo de tránsito que se provoque. Esa conducta denota falta de solidaridad y escaso o nulo interés por los demás, algo que también, sibilinamente, nos inculcaron los “gurúes” de los noventa.
Se hace necesaria una mayor exigencia del cumplimiento de las normas de tránsito y no sólo en el sitio que comentamos sino también en otros que citaremos a lo largo de la semana.


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