miércoles, 17 de agosto de 2011

Los comicios se desarrollaron con normalidad en toda la ciudad


Las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias hicieron su debut en Baradero con una afluencia de casi el 80 por ciento del electorado, y hubo algunas escaramuzas de palabras cruzadas entre algunos partidarios y fuertes denuncias sobre faltante de boletas en numerosas escuelas que el el correr de las horas se normalizó.
En un mecanismo asimilable a las pruebas de clasificación del automovilismo, Baradero fue a las urnas para determinar en qué posiciones largarán los candidatos para la carrera electoral de octubre.
El inédito y sin antecedentes sistema electoral de las Primarias, impuesto por la reforma política de 2009 que impulsó el kichnerismo y sancionó el Congreso, no había generado marcada confusión o quejas en el electorado en los grandes centros urbanos como Buenos Aires, Córdoba, Rosario o Mendoza.
No obstante, los resultados sobre el entendimiento del nuevo sistema de votación se observó con más precisión una vez que se conocieron los porcentajes de votos nulos e impugnados, tras el recuento que arrancó a las 18.


Largas colas

Las largas colas que se observaron en las mesas de votación de Baradero anticiparon dos conclusiones sobre las elecciones de ayer. La primera es que la gente -al menos en la Ciudad y el resto de nuestra región- se ha volcado masivamente a votar. Una de las incógnitas preelectorales pasaba por el nivel de participación que se iba a registrar en estos comicios que se realizan por primera vez en el país. ¿La gente tendría interés en votar en una interna en la que muchas candidaturas ya están definidas de antemano? El paisaje de las colas y el movimiento constante que se observó desde la apertura del comicio daba a esa pregunta una respuesta afirmativa.

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