domingo, 15 de mayo de 2011

Afirman que la vacuna antigripal en los enfermos cardíacos ayuda a prevenir infartos

La vacunación antigripal en los enfermos cardíacos, con un seguimiento médico periódico adecuado, ayuda a prevenir infartos de miocardio y cerebrales en esa población de riesgo, informaron especialistas.

El jefe de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), Francisco Nacinovich, destacó la importancia "de la vacunación antigripal en los enfermos cardíacos, para prevenir deterioros de enfermedades subyacentes, que pueden derivar en cuadros clínicos graves".

Nacinovich precisó que "se sabe claramente que durante la temporada de influenza aumenta la incidencia de hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca y hay una mayor incidencia de episodios de enfermedad coronaria, incluyendo el infartos de miocardio y cerebrales".

El especialista añadió que "la gripe también puede producir descompensaciones en pacientes con enfermedades pulmonares, incluyendo a los asmáticos y también en los diabéticos".

"La gripe afecta a las personas no sólo provocando la enfermedad por todos conocida caracterizada por fiebre mayor a 38 grados, de aparición brusca, tos, dolor de garganta, secreción nasal, cefaleas, dolores musculares y postración, sino también causa alteraciones sobre todo en los grupos de riesgo", advirtió.

Por eso, Nacinovich insistió que en esa población "es importante realizar un seguimiento médico periódico, para evitar futuras complicaciones".

Los casos de gripe se dan todos los años en Argentina, en general entre mayo y noviembre y, más allá de la vacunación, motiva que la población adopte medidas de autocuidado para evitar la propagación del virus de la influenza.

Las recomendaciones médicas son el lavado periódico de las manos, la ventilación de los ambientes, el cuidado al estornudar y la desinfección de los lugares en donde se detectan reiterados casos de gripe.

En cuanto a la vacuna antigripal, el Ministerio de Salud aconsejó aplicarla a las personas con problemas cardíacos, trabajadores de la salud, embarazadas y madres que den lactancia hasta los seis meses del bebé y los niños desde esa edad hasta los dos años.

La vacuna también debe aplicarse a los mayores de 65 años que tengan alguna condición crónica que los predispone a padecer la gripe, obesos mórbidos, personas con enfermedades respiratorias crónicas y trasplantados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó el 10 de agosto del año pasado el fin de la pandemia de Gripe A, pero advirtió que debe continuar la vacunación contra la cepa del virus H1N1, específicamente en los grupos de riesgo.

La directora de ese organismo, Margaret Chan, consideró que "es extremadamente importante la vigilancia continua -de las enfermedades respiratorias- y, para eso, la OMS publicó orientaciones relativas a la vigilancia, la vacunación y el manejo clínico".

Chan reiteró que la vacunación "sobre todo de los grupos de riesgo sigue siendo importante, como un medio para reducir la mortalidad causada por los virus de la gripe".

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