El peligro latente de los termómetros de mercurio

Diputados otorgó media sanción a un proyecto de ley provincial que prohíbe el uso de instrumentos médicos que funcionen en base a mercurio.
La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un proyecto que prohíbe, por el daño que implica para la salud, la fabricación, venta y distribución de termómetros y tensiómetros que contengan mercurio, para la Provincia. Esta iniciativa surgió de un trabajo realizado por la ONG Salud sin Daño para eliminar el mercurio de la medicina y por el riesgo que implica para el medio ambiente y la población.
De sancionarse, el Poder Ejecutivo deberá confeccionar un registro de las firmas que producen termómetros y tensiómetros que no utilicen mercurio, para orientar las compras de los hospitales públicos y de los prestadores del sector privado. También prevé la realización de un inventario de los insumos, reactivos químicos y dispositivos médicos que contengan mercurio y que puedan ser reemplazados por otro tipo de elementos que garanticen la misma eficacia.
Estudios realizados por distintos organismos han demostrado que se puede reemplazar gradualmente los insumos y dispositivos médicos que contienen mercurio por otros menos contaminantes, que brindan las mismas prestaciones con calidad y exactitud similares.
El mercurio tiene efectos nocivos para la salud y es tóxico para el sistema nervioso central, provoca irritabilidad, temblores, alteración de la vista y la audición. La ONG Salud sin Daño informa en su sitio web que sólo en 2009 se importaron más de 3 millones de termómetros clínicos de mercurio, los cuales, si se rompieran, “emitirían 3 mil kilos del material”.