domingo, 15 de mayo de 2011

UNA RECOMENDACIÓN: “Que la gente controle, que se respeten los parámetros internacionales”

Todos los sábados, el programa radial ”Quien quiera oír que oiga”, conducido por el Dr. Pablo González y que se emite por la radio local E99, hace algún aporte interesante a nuestros temas sociales y políticos.
Durante el sábado último, González entrevisto al periodista Martín Latorraca, quien escribe en la revista cultural Sudestada que tiene ya 10 años, de existencia y circula por los partidos de Avellaneda, Lomas de Zamora y resto de la zona sur del conurbano bonaerense.

El periodista se refirió al polo petroquímico de Dock Sud, existente desde hace casi 80 años y que comprende 36 industrias, algunas entre las más importantes del país y que constituyen el complejo petroquímico “más grande y peligroso del país”.
Tal como el conductor del programa lo dijo en algún momento de la entrevista, se entiende que no se trata de comparar ya que la destilería que está en cuestión entre nosotros, es una miniatura al lado del Dock Sud, pero, como siempre, hubo cosas para rescatar y evaluar

¿Qué nos podés decir de las destilerías? Inquirió el Dr. González y el reporteado señaló que en una superficie de 270 hectáreas viven 50.000 habitantes, en lo que calificó como un polvorín sito a 30 cuadras de la Casa Rosada. Chicos y grandes respiran el aire y beben el agua de un río que recibe toneladas de cromo a diario. Está en un barrio en el que cada día 400 camiones transitan por las calles, sobre sus cabezas se despliega un cableado de 32.000 voltios que están al aire, no soterrados. La mayoría respira monóxido, dióxido y óxidos nítricos.
Destacamos un concepto de Latorraca ya que nos atañe directamente: “Es lógico que en cualquier parte del mundo se instale una destilería, pero no en una zona urbana, sino en las afueras”.
Contó la historia de una niña, Camila, quien cuando nació su madre observó que tenía una mancha en el pulmón, los médicos le dijeron que era provocada por los vapores del ácido y que tendría una enfermedad crónica. Se enteró luego que la mayoría de las personas del lugar tiene enfermedades pulmonares. Es todo muy complicado porque no hay estadísticas de las enfermedades pues a los médicos les resulta riesgoso ya que si se dan a la luz esos datos los cambian de zona.
Explicó que es muy gráfico ver el documental “Dársena Sur”, en él, puede verse el barrio, las casas y al polo petroquímico del que emana un humo blanco constantemente y sobrevuela sobre la gente, día y noche.

A esta altura, el conductor del programa le manifestó a su interlocutor, que en su mismo programa los inversores de la destilería habían dicho que no emitía gases nocivos al aire.

Latorraca contó que hubo en Dock Sud estudios de nivel internacional que dicen que es tremendo lo que allí sucede, pero la compañía petrolera Shell, que es la más grande allí instalada, junto con otras presionan a los medios, los amenazan con su inmenso poder económico y todo se mantiene igual.
Junto al el Riachuelo, que deberá ser saneado pero hasta ahora no, vive una gran cantidad de personas, unas 500.000, que casi están a la vera de las aguas contaminadas, petroquímicas, curtiembres y demás vuelcan sus efluentes y el agua que esos pobladores beben suele estar contaminada pues han sido afectadas hasta las napas de la zona.

Quiso saber Pablo González qué hacían los vecinos que deben vivir con esa situación y si se hacían denuncias.

Latorraca dijo que “sí, que existen grupos de denuncias, tienen detectores de contaminación y toman datos, pero que la Municipalidad de Avellaneda no les presta mucha atención. El intendente dice que las mediciones de los vecinos son incorrectas, pero la realidad sobre la piel y salud de los vecinos dice otra cosa”.
“Hay también unas antenas que registran el nivel de contaminación ambiental, pero uno no saber qué se hace con esos datos. El Dock está ahí, la planta de coke está, hasta se ha generado un asentamiento llamado Villa Inflamable en el que, si hay un chispazo, el suelo se enciende ya que el barrio está sobre un terreno de desechos de esa planta de coke”.
Recomendó a los vecinos de Baradero que, si van a instalar una refinería, se lo haga dentro de los parámetros internacionales que esas empresas cumplen en otros países y acá no. Puso como ejemplo la planta de coke a la que refirió, (en Alsina tuvimos una) y que estaba en Holanda. De allí Shell fue obligada, por normas de la Comunidad Europea, a retirarla pero se instaló aquí. “Que la gente controle, que se respeten los parámetros internacionales”fue su mensaje.

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