Entre el miércoles por la noche y la madrugada del jueves de la semana pasada, uno o varios inescrupulosos, cobardes y por que no pensar que les puede estar remordiendo la conciencia, volvieron a romper además de incendiar, en esta oportunidad la bóveda que guardan los restos mortales de Analía Ledesma y de sus padres Marta y Miguel.
El cementerio de Baradero, nuevamente es noticia, se erige como un lugar donde las acciones delictivas están al orden del día y es tierra de nadie, pero ciertamente este accionar de romper e incendiar la bóveda lo convierte en un acto de sacrilegio, que llena de indignación y repugnancia hacia los vivientes que cometieron este acto.
El mismo jueves por la mañana, cuando los trabajadores del cementerio llegaron a cumplir con sus actividades se encontraron con este desagradable hecho y de inmediato le dieron aviso a la hermana de Analía, quien a su vez, junto al resto de los hermanos realizaron al denuncia policial.
Al caer la tarde una comisión de Policía Científica se hizo presente en el cementerio y realizaron las pericias pertinentes. Los resultados se sabrá en los próximos días, pero en principio se pudo comprobar que los malvivientes derramaron combustible y prendieron fuego, produciendo el estallido en parte de la puerta de cristal de tipo blindex.
Un dato no menor, esa noche el factor climático aparentemente logró que el foco ígneo no se extienda con furia hacia el interior y se extinguió antes de alcanzar los mantos de telas que cubrían los ataúdes. En el interior de la bóveda, paredes y techo quedó impresa la furia del fuego y los ataúdes e imágenes religiosas quedaron totalmente cubiertos de hollín producto de la combustión.
Curiosidad
Marta falleció el 28 de diciembre de 2005, con su conciencia tranquila de saber que el crimen de su hija se había esclarecido.
Hace tan solo dos meses, el 18 de abril de 2011, también falleció Miguel, un hombre silencioso, que apoyó siempre a Marta su esposa, en la búsqueda de la verdad y la justicia para su hija Analía y curiosamente dos días antes de cumplirse tan solo 60 días de su partida a la eternidad, ocurre este hecho vandálico y repudiable.
Recordemos
Recordemos que un 5 de octubre de 1997 en horas de la madrugada Analía Ledesma fue encontrada brutalmente golpeada y abandonada en la cuneta de una zanja sobre calle Esteban Echeverría y a un par de metros de calle Leticia Fiori. La joven Analía sobrevivió tres días, falleció el 7 de octubre y su caso se convirtió en un asesinato por venganza.
La muerte de Analía fue la sed de venganza en represalia a la denuncia realizada por Marta en contra de sus familiares por vender droga
Marta Mangini junto a su familia, tras la muerte de su hija, se convirtió en un icono de la búsqueda de justicia logrando que se ubicara y juzgara a quienes la asesinaron y pagaron con la cárcel, entre ellos dos tíos de la menor y amigos de estos.
Los fantasmas
Claro que este hecho que se repite en la boveda de la familia de Analía Ledesma merece una explicación y una respuesta, sus hermanos no encuentran motivos, pero indudablemente conociendo los antecedentes ocurridos años atrás, nos hace pensar que hay cobardes cuyas conciencias no descansan en paz y los fantasmas los persiguen y los lleva a delatarse con estos tipos de hechos.
Pregunta
Todo hacía suponer que el cementerio local tenía a diario serenos que cuidaban del predio, porque así fue garantizado en su momento desde el municipio, cuando a diario ocurrían y se conocían los robos que allí ocurrían, hechos que según han comentado continúan ocurriendo, pero se ocultan y o no se denuncian.
Fuente: El Diario de Baradero.
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