miércoles, 10 de agosto de 2011
CONSEJOS DE ESPECIALISTAS: Ola polar: una amenaza para el corazón de los mayores
El frío eleva en esa franja de la población riesgos cardiovasculares y molestias por artrosis
La ola polar que castiga a la región deja su huella en los consultorios especializados en el tratamiento de adultos mayores, donde no sólo se traduce en un incremento de las demandas de atención por los típicos problemas respiratorios asociados al frío, sino también en un aumento de consultas vinculadas a la salud cardiovascular, al reuma y a la artrosis.
Así lo indican profesionales de la Asociación de Geriatría y Gerontología del Gran La Plata, quienes destacan la importancia de redoblar las medidas preventivas para evitar que los adultos mayores se expongan al frío, particularmente en estos días y siempre que las temperaturas sean inferiores a los 5 grados. Sobre todo, considerando que en esa etapa de la vida la piel adelgaza, se desnaturalizan los receptores cutáneos y el anciano puede experimentar dificultades para percibir los cambios bruscos de temperatura.
HIPERTENSION Y RIESGO CARDIOVASCULAR
Según explica Osvaldo Tirante, presidente de la Asociación de Geriatría y Gerontología del Gran La Plata, "las bajas temperaturas producen una vasoconstricción que tiende a cerrar la luz arterial y venosa. Esto obliga al corazón a esforzarse más para bombear la sangre a través de los vasos contraídos e incrementa el riesgo de isquemias, infartos agudos del miocardio o infartos cerebro vasculares".
Y esos riesgos se incrementan en las personas mayores y sobre todo en aquellas que ya padecieron eventos cardiovasculares. Al punto que estimaciones internacionales indican que por cada grado que cae la temperatura una vez pasada la barrera de los 18º, aumentan las muertes en alrededor del 1,5%.
Pero los peligros vinculados al frío son múltiples, lo que lleva a los especialistas a proponer que se extremen las medidas para evitar que los mayores se expongan a las bajas temperaturas.
El frío disminuye las defensas y expone a quienes superaron los 65 años a infecciones por virus y bacterias que son cada vez más agresivos y resistentes a los antibióticos. Al mismo tiempo también motiva un incremento en las molestias por enfermedades como artrosis o reuma.
Una manera de reducir estos riesgos es seguir una serie de consejos sencillos para evitar la exposición.
Entre ellos, el especialista Moisés Schapira destaca la recomendación de instalar un termómetro en un lugar visible de la casa cuando en ella viven personas mayores de 65 años.
También se recomienda incrementar la vigilancia médica de los hipertensos y en el caso de los pacientes que padecen artrosis se recomienda evitar cambios de temperatura bruscos, tomar baños con agua caliente para disminuir la rigidez y evitar actividades que requieren gran esfuerzo físico si la persona no está entrenada.
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