domingo, 27 de marzo de 2011

A UN AÑO SIN GIULIANA Y MIGUEL: "No queremos vivir en una ciudad tirana, basta de muertes, el silencio también es complicidad

Baradero, 21 de marzo de 2010, un día triste, las vidas de Giuliana y Miguel fueron cortadas abruptamente al ser atropellados y abandonados por dos inspectores de la dirección de Inspección General de la Municipalidad que se conducían en una camioneta oficial de dicha área.
Los sentimientos de impotencia ante semejante hecho derivaron en una manifestación en reclamo de justicia frente a la municipalidad, cuyo edificio, como otros, fueron quemados ante una plaza llena de vecinos que observaban impávidos lo que ocurría, la bendita lluvia de las primeras horas de la tarde le puso un manto de calma a tanta bronca.


Un año

Baradero, 21 de marzo de 2011, un día soleado, a las 18 horas la Plaza Colón se fueron congregando familiares, amigos y compañeros de Giuliana y Miguel, porque hacía un año que sus vidas se apagaron, pero el sentimiento de vida en cada uno de los suyos está intacto.
A este dolor de un año, se sumaron los familiares de Lucas Rotela.
Carteles y pancartas con las imágenes de ambos jóvenes, la marcha a la que habían sido convocados todos, comenzó a andar con las madres del dolor, Margarita y Roxana y los papás. La multitud llegó hasta la esquina de Belgrano y Gallo, escenario del calvario vivido por los jóvenes, donde les quitaron la vida hace un año. Luego siguió por Gallo y continuó por Av. San Martín en medio de un silencio envolvente, de mucho respeto.
La marcha hizo un alto frente al Palacio Municipal el cual estuvo custodiado por personal policial femenino (ver nota aparte) y en las inmediaciones, observando lo que acontecía, lo hacían el segundo Jefe Departamental de apellido Martínez y el titular local, Benavídez.
Silencio, aplausos, vivas de los presentes, rostros con lágrimas y emocionados fue lo único que vio de los marchantes frente a tan emblemático edificio público, en tan sólo diez minutos.
La marcha fue convocada como una caminata por la vida, por la vida que querían para sus hijos los padres que hoy los lloran.
Luego recorrieron calle Anchorena hasta retornar a la Plaza Colón donde se hizo un muy emotivo acto, primero todos escucharon a los papás de Lucas que leyeron una carta que le hicieron a su hijo, luego hicieron lo mismo los de Giuliana y Miguel y junto a ellos el abogado patrocinante, Dr. Daniel Castiñeira.
Tras ello se presentó un video realizado por los compañeros del "cole" y las aventuras de los infortunados jóvenes, donde repasaron parte de la vida de ambos y los gratos momentos compartidos, para terminar reclamando justicia.

Todas la voces

A continuación una de las chicas leyó una carta para finalizar y creemos que resume todas la emociones y sentimientos de la mayoría que se resiste a olvidar lo ocurrido, como algunos están interesados que ocurra.

Los jóvenes dicen:

La corrupción y la especulación se apoderaron de nuestras calles, Baradero es hoy la continuidad de la etapa represiva. Soportamos el favoritismo, la desigualdad y la decadencia de los Derechos Humanos, en su gestión, señor intendente, fomentó el abuso y el descontrol a través de quienes deberían haber desempeñado una función netamente preventiva. Hoy, los jóvenes de Baradero nos preguntamos si son tan fuertes los intereses políticos, en qué escala de valores se coloca la vida. Por qué el municipio no se pone a disposición del dolor de las familias de Giuliana y Miguel y si buscó su propia protección. ¿Es necesario que la ciudad pida justicia?, no queremos vivir en una ciudad tirana, basta de muertes, el silencio también es complicidad.
La comunidad está de luto, mientras los involucrados en el caso se lavan las manos manchadas y si no es así ¿por qué se generaron tantas dudas? ¿Por qué ocupan otros cargos en el municipio y hoy, a un año de la pérdida de Giuliana y Miguel, no tenemos una respuesta. Nosotros no tenemos experiencia, no tenemos edad para tomar decisiones, pero tenemos memoria y somos todo un pueblo que no va a dejar de reclamar justicia hasta que el último de los amigos de Giuliana y Miguel dejemos de existir. Pudieron callar sus voces hasta dejarlos sin vida, pero el amor que ellos sembraron seguirá latente para impulsarnos en esta cruzada de justicia.
Justicia Baradero.





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