jueves, 9 de junio de 2011

ALCANCES DE LA LEY PARA CELÍACOS: Avance clave para la alimentación correcta

Pacientes platenses analizan la norma que les permite un mejor acceso a los alimentos, cuando la comida es el único tratamiento posible

Prácticamente desconocida hace algún tiempo atrás, cuando hasta muchos de quienes padecían la enfermedad ni siquiera lo sabían, la celiaquía ha dado en los últimos tiempos pasos importantes, primero con la difusión de la patología, luego con una mayor premura en los diagnósticos, y recientemente con la reglamentación de una ley que les permite a los pacientes una mayor facilidad para acceder a los alimentos necesarios para su dieta y también para el diagnóstico del mal y su correspondiente cobertura.

Y es que la salud de los celíacos depende de lo que comen. Es una afección hereditaria y autoinmunitaria que debilita la capacidad del intestino para absorber los nutrientes en forma adecuada y provoca síntomas intestinales, retraso de crecimiento, del desarrollo y de la pubertad y talla baja, entre otras afecciones que sufren las personas con intolerancia crónica al gluten, una proteína que contienen el trigo, la avena, la cebada y el centeno, y que en el país padecen aproximadamente medio millón de pacientes.

"En los últimos tiempos se ha avanzado mucho -cuenta la platense Gladys Altamirano (53), vicepresidente de la Asociación Celíaca Argentina y quien "descubrió" su enfermedad ya siendo una persona adulta- en principio porque los diagnósticos son ahora mucho más rápidos y precisos, y también por esta ley que nos va a ayudar mucho".

La ley a la que se refiere Altamirano es la 26.588, que declaró "de interés nacional" la atención médica y la investigación clínica y epidemiológica de la enfermedad, la capacitación profesional para su detección temprana, diagnóstico y tratamiento y la difusión y el acceso a los alimentos libres de gluten, lo que implica que los celíacos tendrán cobertura médica y productos libres de gluten identificados con un logo, entre otras ventajas.

"Los principales problemas que debemos afrontar los celíacos es el diagnóstico de la enfermedad y la comida -sostiene Altamirano- porque muchas veces ese diagnóstico es tardío. En mi propio caso, yo descubrí mi enfermedad después de mucho tiempo de sufrir trastornos que no se sabía a qué obedecían. En el caso de mi hija, en cambio, que tiene el mismo problema, se lo pudo detectar hace ya seis años, cuando tenía 19".

"El otro tema, el de la comida, es también fundamental -señala Altamirano- porque es el principal "tratamiento" que tenemos y los alimentos libres de gluten son bastante más caros que los demás. Para que se tenga una idea, por ejemplo, cuando un kilo de harina común vale 4 pesos, las harinas y premezclas que debemos consumir los celíacos, vale 20 pesos, es decir cinco veces más. Y esa proporción se da en casi todos los productos. Lo importante de esta ley, entre otras cosas, es que ordena a las obras sociales a cubrir el 70 % de estas harinas hasta un máximo de cuatro kilos por mes. También posibilita una mayor cobertura médica, en especial en lo que hace a los diagnósticos, los análisis, los estudios y el seguimiento de la enfermedad. Y además, obliga al Estado a controlar la calidad de los productos libres de gluten, que estarán identificados con un sello especial. Esto es lo que dice la ley, que está recién reglamentada, ahora esperemos que se cumpla".

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