Sólo conocemos de Dios la voluntas ordinata (la voluntad). Más allá de ésta existiría la libertad de Dios, en virtud de la cual habría podido crear y hacer incluso lo contrario de todo lo que efectivamente ha hecho.
La trascendencia y la diversidad de Dios se acentúan de una manera tan exagerada, que incluso nuestra razón, nuestro sentido de la verdad y del bien, dejan de ser un auténtico espejo de Dios, cuyas posibilidades abismales permanecen para nosotros eternamente inaccesibles y escondidas tras sus decisiones efectivas.
El Dios verdaderamente divino es el Dios que se ha manifestado como logos y ha actuado y actúa como logos lleno de amor por nosotros. Ciertamente el amor, como dice san Pablo, «rebasa» el conocimiento y por eso es capaz de percibir más que el simple pensamiento
¿Por qué actuar contra la razón es actuar contra Dios?
En el principio existía el logos, y el logos es Dios, nos dice el evangelista. […]Logos significa tanto razón como palabra, una razón que es creadora y capaz de comunicarse, pero precisamente como razón.
Dios no se complace con la sangre —dice—; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas.
Al contrario d elo que muchos pensarían, yo nunca dije que la Fe esta sobre la razón, pero tampoco pienso que la razón este sobre la Fe, a fin de cuentas, siempre los extremos son malos, por que para demostrar que la Razon es superior a la Fe, primero deberán demostrarme que existe un conflicto verdadero; Entonces, si la Fe necesita de la razón y la razón a la Fe, ¿es correcto pensar que estas dos están peleadas?.
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